Nunca vi cosa tan absurda de entre nosotros los evangélicos, que además de la inmensa cantidad de herejías que heredamos y perpetuamos de los católicos, ahora algunos se pongan a edificar la tradición de ellos.
La Biblia no informa
lo que ellos están difundiendo. Preguntémonos por qué solo detalla la muerte de
Jesús, y de un símbolo indirecto del Anticristo, Juan el Bautista, menos de los
Doce apóstoles y Pablo. Indudablemente porque el centro de todo es Jesús, y el
NT no acepta otros co-cabezas ni sub-cabezas. [Mi referencia al Anticristo es en el sentido de que el Falso Profeta, paralelo a Juan el Bautista, trata a toda costa negar al Cristo de Dios].
Los Doce y Pablo tienen valor, en la dimensión de sus vidas, excluidas sus muertes. Pablo vio su día, al examinar su misión. Pedro tuvo que ser comunicado por Jesús, sino, no se daba cuenta que ya le quedaba poco tiempo de vida. Juan nunca habló de su día de partir; aparentemente murió de muerte natural, un símbolo apocalíptico de una Iglesia que remanece hasta el Arrebatamiento (Juan 21. 21-23). Parece que él no partió; lo vino a buscar el Señor. Es que también cuidaba a la madre de nuestro Señor. El antropocentrismo inventa noticias para la televisión, los diarios, las redes. Dios se encargó de que no nos olvidáramos de la muerte de su Hijo Jesús, y ¡basta!
Y la Iglesia Católica que había creado una historia ni mínimamente asomada predictivamente en la Biblia, lista 264 papas ya muertos, como continuidad apostólica. ¿Por qué no difunden cómo murieron? ¿Sólo los Doce debían ser mártires? ¿Sólo los Doce deben ser ejemplos que nos inviten a seguir a Jesús, y a no vanagloriarnos? Es muy débil esa tradición como para tenerla en cuenta, mucho menos para injuriar a verdaderos apóstoles fuera de los simbólicos doce. Apóstol no es el que muere mártir, sino el que viviendo, cumple el Plan Eterno de Dios, y no otros planes, edificando otras “iglesias”, por otros planos de obra.
Tito Berry
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