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sábado, 9 de abril de 2022

Para las Elecciones de 2023 también necesitamos una Nueva Normalidad

Hasta los que conocen la Biblia religiosamente, no saben lo que pasa en Argentina. Para conocer su verdadero estado de salud, hay que tener revelación divina. Romanos 1. 18-25 es muy mal interpretado por ellos. Pero en el párrafo hay un misterio que describo aquí a seguir:

“Estando atestado de…” Dios los entregó a…

El párrafo enfatiza esto tres veces; no en vano. No es la homosexualidad lo que llena el vaso de la ira de Dios; es que estemos llenos de injusticia, por sobre todas las cosas.

“Dios los entregó” por el lado más contaminante, primero, a los más corruptos y avanzados en injusticia: Macri, Bullrich, Vidal, luego, en segunda caza, Pichetto, Negri, Larreta, y decenas de empachados con el Mal. Siguen muchos otros contaminados nacionalmente como Morales, y Valdés, y ahora un grupo de adolescentes y jóvenes con total irresponsabilidad e inhumanidad.

Luego siguen siendo entregados por Dios varios peronistas. Ahora el Presidente. Mañana, no se asombren si Dios entrega a la Vice Presidenta también y a la totalidad de jueces injustos, terminando una vieja normalidad, un viejo orden, e iniciando otro con los poquísimos argentinos que todavía no se contagiaron con el virus.

Cualquiera de los contaminados antes, pueden morir, y eso con el COVID-19 nadie supo prevenir ni diagnosticar las causas, pero también, por más que cualquiera llegue a la puerta de la muerte y se recupere, podrá volver a ser sano y útil, pero es más probable que los nuevos políticos sean nuevas generaciones; pocos de Franja Morada y pocos de los hijos de Peronistas, pues, el estado de salud espiritual de la gran mayoría de los argentinos llegó al grado máximo de ATESTAMIENTO, o sea, rebozo; el vaso de la ira de Dios se llenó, y llegó la hora de que el Soberano juzgue a nuestra nación por dejarse llenar [no de homosexualismo, insisto, sino], de injusticia, y serán entregados a “una mente reprobada para hacer cosas que no convienen”, quedándose por Dios sentenciados a muerte. Cómo esto se cumplirá, no sé, pero que este fue y es el proceso, seguro. La Biblia no miente.

Los que pastoreamos y manejamos bien la Palabra de Dios, vemos claramente en la conducta de ciertos viciados sexuales, que se pierden y luego deliran exponencialmente en la perversidad, muchos de los cuales no paran hasta no cometer asesinatos de los más crueles, pero como el pasaje bíblico no los coloca en el ápice de los vicios, sino la injusticia, no se puede esperar nada menos grave que los casos como de padres que violan y matan a sus propios hijos. Los últimos en ser entregados por Dios, serán pueblo vano que se pasa discutiendo y demonizando al diferente.   

No hay razones para alegrarse, auto-justificarse, ni odiar, sino quedar tristes, resignarse y buscar en Dios fuerza para seguir adelante, muy a pesar de cabezas podridas, que hinchemos por una patria libre y soberana. 

https://youtu.be/wxcNSLXmmXU

Ap. Tito Berry 

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