Jehová de los Ejércitos
Escuché a Rony Chávez alabarse porque un pastor
le cuestionó las guerras espirituales a las que él se refería, y entonces
argumenta que en el Antiguo Testamento se mencionó 283 veces. ¿Sería
suficiente, o una base argumentativa suficientemente válida llevar esto en
cuenta?
Recientemente publiqué un artículo titulado
Religión y Política donde se mencionan tres instancias mundiales de
manipulación de los más poderosos del mundo, sobre las mentes, los sentimientos
y las conductas de la humanidad. Pero antes, muchas veces me referí al adoctrinamiento
suspicaz, sutil y maligno del Movimiento Nueva Era, y también desentrañé muchas
veces mi percepción de lo que hace hoy en el mundo el Falso Profeta antecesor
del Anticristo.
Una sola vez le vi presencialmente al hermano
que menciono aquí, con el Pastor Raúl Eduardo Aranda, y una sola vez respondí
por la Biblia y la Revelación de ella y en ella, a sus enseñanzas heréticas
acerca de los apóstoles.
Esta vez lo que voy a examinar sobre el título,
no estará dirigido a nadie en particular, pero mi insistencia es en que no
podemos seguir escuchando y leyendo a un montón de “maestros bíblicos”, sin
contaminarnos con herejías, y hasta doctrinas de demonios, siendo que nuestro común Soberano Señor dispuso
de todo lo suyo para sus hijos. ¡Basta ya de comer debajo de la mesa, “el pan
de los hijos”!
El margen que la Revelación Bíblica da a cada
cristiano para tener ideas particulares distintas unos de otros, de lo que es
Palabra de Dios”, es mínimo. De ahí que poner sobre la mesa argumentaciones
tales como lo que algunos teólogos dicen, y lo que otro debate en contra,
debiera ser apenas como datos y no para que otro tercero resuelva la cuestión. Volviendo
al artículo Religión y Política, “partiendo de la premisa de que el mundo
moderno – según su acepción, es lo que refleja la última moda, la última invención,
la ideología del momento que tiene un trípode estructurador: la pluralización, la
privatización y la secularización, donde la adopción de un concepto de verdad
pluralizado, de lo cual cada persona puede escoger la “verdad” que más le agrada,
transforma la vida social en una verdadera Babel moral; no hay siquiera un
valor jerárquico a partir de lo que podamos graduar la verdad y establecer que,
de hecho, algunas verdades pueden ser relativas (como el gusto personal), pero otras
son – y deben ser – absolutas (como la realidad de nuestra existencia en un
mundo en permanente batalla espiritual, reconózcase o no)”.
Así como no podemos escuchar y leer a cualquier
o a todo “cristiano”, tampoco podemos nosotros mismos crear interpretaciones
particulares [2 Pd. 1. 20-21]. En esto nos ayudan los Calvinistas, fanáticos de
la Hermenéutica Bíblica. La frase del título necesariamente, dentro de la
correcta y completa interpretación, no puede crear nuevas doctrinas o énfasis
individualistas o de “movimientos” tipo los altares de Atenas en Hechos 17.
“Jehová de los
Ejércitos” incluye los siguientes principios:
1.
Hay otros dioses “Comandantes” de un ejército o varios, pero no de todos
ellos como nuestro Dios. Los otros dioses no son El Soberano como Jehová o “El
Señor” en el Nuevo Testamento [Rm. 9. 29; Stg. 5. 4].
2.
Nuestro Dios comanda TODOS
los ejércitos que cuidan del Plano Eterno de Dios, que se ejecute, se cumpla,
se desarrolle y camine a su feliz consumación, como cuando el Ejército de
nuestra nación sale a enfrentar un enemigo va dando pasos que contiene el Plan.
Cuidar de sus soldados es implícito, pero no es objetivo. El Comandante no cuida
a sus soldados como para que sobrevivan, solamente, sino también que junto a
él, VENZAN, pero el objetivo
superior y emblema es cumplir un plan, y ese plan de Dios contiene 3 puntos: 1) La Creación; 2) La Redención y 3) La
Filiación. Sí o sí se debe cumplir.
3.
Su Pueblo Profético y de la Promesa, Israel, también tenía su propio
Ejército.
4.
“Los Ejércitos” que Dios comanda son: La jerarquía angelical, sus ángeles emisarios, y los ejércitos israelíes.
5.
Mientras el Ejército de Israel avanzaba, Dios le acompañaba con sus
otros ejércitos. Finalmente, sus victorias no serían por el trabajo de “los
ejércitos” sino por El Espíritu del Comandante [Sc. 4. 6]. Dios nunca
interfería en el Ejército de Israel frustrándole. Él siempre ACOMPAÑA, respetando su Soberanía Delegada
al humano. Es innegable que Dios ordena a sus ángeles a socorrernos cuando
necesitamos, y también que nos acompaña en nuestras batallas sin casi ninguna
interferencia, sino sólo de orientación, pero el Nuevo Testamento deja atrás,
en el Antiguo, el énfasis a la ayuda de los ángeles, y al acto de Dios de “acompañarnos”
paralelamente, o al frente, porque ahora él se vale de dos nuevos métodos parte
del PLANO: 1) Entró en nosotros, y
trabaja desde nuestro interior, y; 2)
Ahora somos más que un pueblo; somos El Cuerpo de Cristo, con una única
armadura [Ef. 6], que nos viste y arma como conjunto y no individualmente. La “revelación”
de Rony Chávez de ungir a la ciudad a cada 600 metros, cae por insubstancial, herética
y anti-bíblica. De cada uno de nosotros depende seguir nuevos vientos de
doctrinas, o la Palabra de Dios como firme ancla.
Tito Berry