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segunda-feira, 3 de maio de 2021

Jehová de los Ejércitos

 

Jehová de los Ejércitos

Escuché a Rony Chávez alabarse porque un pastor le cuestionó las guerras espirituales a las que él se refería, y entonces argumenta que en el Antiguo Testamento se mencionó 283 veces. ¿Sería suficiente, o una base argumentativa suficientemente válida llevar esto en cuenta?

Recientemente publiqué un artículo titulado Religión y Política donde se mencionan tres instancias mundiales de manipulación de los más poderosos del mundo, sobre las mentes, los sentimientos y las conductas de la humanidad. Pero antes, muchas veces me referí al adoctrinamiento suspicaz, sutil y maligno del Movimiento Nueva Era, y también desentrañé muchas veces mi percepción de lo que hace hoy en el mundo el Falso Profeta antecesor del Anticristo.

Una sola vez le vi presencialmente al hermano que menciono aquí, con el Pastor Raúl Eduardo Aranda, y una sola vez respondí por la Biblia y la Revelación de ella y en ella, a sus enseñanzas heréticas acerca de los apóstoles.

Esta vez lo que voy a examinar sobre el título, no estará dirigido a nadie en particular, pero mi insistencia es en que no podemos seguir escuchando y leyendo a un montón de “maestros bíblicos”, sin contaminarnos con herejías, y hasta doctrinas de demonios, siendo que nuestro común Soberano Señor dispuso de todo lo suyo para sus hijos. ¡Basta ya de comer debajo de la mesa, “el pan de los hijos”!

El margen que la Revelación Bíblica da a cada cristiano para tener ideas particulares distintas unos de otros, de lo que es Palabra de Dios”, es mínimo. De ahí que poner sobre la mesa argumentaciones tales como lo que algunos teólogos dicen, y lo que otro debate en contra, debiera ser apenas como datos y no para que otro tercero resuelva la cuestión. Volviendo al artículo Religión y Política, “partiendo de la premisa de que el mundo moderno – según su acepción, es lo que refleja la última moda, la última invención, la ideología del momento que tiene un trípode estructurador: la pluralización, la privatización y la secularización, donde la adopción de un concepto de verdad pluralizado, de lo cual cada persona puede escoger la “verdad” que más le agrada, transforma la vida social en una verdadera Babel moral; no hay siquiera un valor jerárquico a partir de lo que podamos graduar la verdad y establecer que, de hecho, algunas verdades pueden ser relativas (como el gusto personal), pero otras son – y deben ser – absolutas (como la realidad de nuestra existencia en un mundo en permanente batalla espiritual, reconózcase o no)”.

Así como no podemos escuchar y leer a cualquier o a todo “cristiano”, tampoco podemos nosotros mismos crear interpretaciones particulares [2 Pd. 1. 20-21]. En esto nos ayudan los Calvinistas, fanáticos de la Hermenéutica Bíblica. La frase del título necesariamente, dentro de la correcta y completa interpretación, no puede crear nuevas doctrinas o énfasis individualistas o de “movimientos” tipo los altares de Atenas en Hechos 17.

“Jehová de los Ejércitos” incluye los siguientes principios:

1.                 Hay otros dioses “Comandantes” de un ejército o varios, pero no de todos ellos como nuestro Dios. Los otros dioses no son El Soberano como Jehová o “El Señor” en el Nuevo Testamento [Rm. 9. 29; Stg. 5. 4].

2.                 Nuestro Dios comanda TODOS los ejércitos que cuidan del Plano Eterno de Dios, que se ejecute, se cumpla, se desarrolle y camine a su feliz consumación, como cuando el Ejército de nuestra nación sale a enfrentar un enemigo va dando pasos que contiene el Plan. Cuidar de sus soldados es implícito, pero no es objetivo. El Comandante no cuida a sus soldados como para que sobrevivan, solamente, sino también que junto a él, VENZAN, pero el objetivo superior y emblema es cumplir un plan, y ese plan de Dios contiene 3 puntos: 1) La Creación; 2) La Redención y 3) La Filiación. Sí o sí se debe cumplir.

3.                 Su Pueblo Profético y de la Promesa, Israel, también tenía su propio Ejército.

4.                 “Los Ejércitos” que Dios comanda son: La jerarquía angelical, sus ángeles emisarios, y los ejércitos israelíes.

5.                 Mientras el Ejército de Israel avanzaba, Dios le acompañaba con sus otros ejércitos. Finalmente, sus victorias no serían por el trabajo de “los ejércitos” sino por El Espíritu del Comandante [Sc. 4. 6]. Dios nunca interfería en el Ejército de Israel frustrándole. Él siempre ACOMPAÑA, respetando su Soberanía Delegada al humano. Es innegable que Dios ordena a sus ángeles a socorrernos cuando necesitamos, y también que nos acompaña en nuestras batallas sin casi ninguna interferencia, sino sólo de orientación, pero el Nuevo Testamento deja atrás, en el Antiguo, el énfasis a la ayuda de los ángeles, y al acto de Dios de “acompañarnos” paralelamente, o al frente, porque ahora él se vale de dos nuevos métodos parte del PLANO: 1) Entró en nosotros, y trabaja desde nuestro interior, y; 2) Ahora somos más que un pueblo; somos El Cuerpo de Cristo, con una única armadura [Ef. 6], que nos viste y arma como conjunto y no individualmente. La “revelación” de Rony Chávez de ungir a la ciudad a cada 600 metros, cae por insubstancial, herética y anti-bíblica. De cada uno de nosotros depende seguir nuevos vientos de doctrinas, o la Palabra de Dios como firme ancla.

Tito Berry

 

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