¿Será por la Pandemia? ¿Será por los efectos nocivos de la Nueva Era? ¿Será por Apostasía? ¿Será por creer que los que siguen otra corriente teológica entre agustinianos, calvinistas, arminianos, luteranos, no están en la Verdad, sino en el error; o que los distintos de Derecha, Izquierda, Nacionalismo, Globalismo, son de Satanás? Usted tiene las respuestas, o está perdido en la confusión, sin respuestas. De usted depende.
¿Por qué será que las personas nos quieren matar con la indiferencia; impresionarse sabias; mostrarse “resueltas”, o “realizadas”; nos bloquean; se separan de uno y encontradas si no fingen, se esconden de nuevo; especulan ventajas; son oportunistas; mienten descaradamente; y se muestran auto-abastadas, auto-suficientes, y superiores? ¿Por qué sólo se manifiestan cuando la verdad ajena es igual a la suya? ¿Saben que Jesús es el perfecto ejemplo de como La Verdad actúa? Cuanto más razones encontramos para decidirnos por alguna de las actitudes listadas aquí, más nos distanciamos de LA VERDAD.
Hay una versión bíblica antigua, que bien oportunamente para estos casos dice: Salmos 40. 4: “Bienaventurado el hombre que puso a Jehová por su confianza, Y no respeta a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira”. Juan, en su tercera carta, capítulo 1, versículos 3 y 4 nos dice: “Ciertamente me gocé mucho cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, así como tú andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad”. Miren el destaque de “tu verdad” para LA VERDAD. Mi verdad, y la de los otros, siempre será relativa, pero que hay una verdad absoluta, sólo hombres relativos se dan el lujo de negarlo.
Las dos reglas básicas de la Verdad
Habría entonces, dos reglas básicas de alcanzar esa única verdad:
1) La primera regla es: LA VERDAD ES DIOS TRIUNO y por un lado nadie la puede alcanzar, y por otro, ella está disponible para todos. Si ni yo, ni tú tenemos la Verdad Absoluta, ¿lo tendría la Derecha o la Izquierda política? ¿La tendría el Calvinismo, o el Arminianismo?
2) La segunda regla es LA VERDAD ES ÚNICA, y nos dice en la naturaleza, en la Biblia, en las religiones, y en la Iglesia, que: 1º Todos los humanos somos iguales ante Dios = VIDA ÚNICA; 2º Varón y Hembra son para UNIRSE y ser una misma carne, llamada matrimonio = ÚNICA FÁBRICA DE VIDAS HUMANAS; 3º Toda clase de vida proviene de Dios = BIOMA ÚNICO; 4º Todo ser viviente habla de la Unicidad de Dios = TESTIMONIO DIVERSO DE UN DIOS ÚNICO; 5º La Biblia se auto-presenta como DIOS TRI-UNO revelándose a unos cuarenta hombres, gradualmente = REVELACIÓN ESCRITA; 6º Las religiones –hasta las más violentas o las más supersticiosas, aspiran ese Dios Único = ETERNIDAD EN TODO SER HUMANO IGUALMENTE, hasta en los ateos; 7° La Iglesia, en su forma mística, sin denominaciones, sin jefes humanos; sin vanguardia a favor de clases sociales, civiles o religiosas, proclaman al Único Dios verdadera [Jehová], y a su Hijo Jesús, y al Espírito Santo, = UN SOLO DIOS EN TRES PERSONAS.
Este cuadro me obliga a aceptar que LA VERDAD ABSOLUTA y única, que es Dios, manifestada en JESUCRISTO, puede ser aprehendida por todo ser humano, libremente.
El día en que este cuadro de LAS DOS REGLAS sea creído e internalizado en por lo menos los cristianos, nos percataremos que necesitamos urgentemente revisar nuestras creencias acerca de:
1. Dios
2. La Biblia
3. La Igualdad Humana
4. La Fraternidad entre todas las Diferencias Humanas
5. La Unidad y la Unicidad Divina en las cosas, las personas, la naturaleza, y la Iglesia
6. Nuestros dioses: [políticos, religiosos, de conocimiento, y dinero, entre otros]
7. Nuestras Incuestionables y Loables Diferencias
8. Nuestras Carencias en Común
9. Nuestra Innegable Temporalidad
10. Nuestra Inevitable Eternidad.
Y ahí me encontrarán a mí, y sabrán que si hay ofensas de mi parte, son inconscientes, pues, para explicarme, [repito un viejo argumento muy personal que la mayoría ni entenderá, pero que puede ayudarnos a reconocernos necesarios a seguir amigos, dialogando, escuchando, y aumentando la comunión con el Dios del Infinito que decimos tener en el corazón. Esta es la metáfora: Quien llegó a 1,65 de altura, puede aspirar a llegar a 1,80, pero quien ya llegó a 1,80 jamás podrá volver a tener 1,60. Creo que la persona que no aprende nada más con los de 60 Cm. de altura y tampoco con los de 2,00 Mt., son los SOBERBIOS de los tres primeros párrafos de este escrito, y que disfrutan de “su verdad”, porque desconocen LA VERDAD ABSOLUTA, y no les condenamos por eso. Sólo lamentamos que se pierdan la vida, encantados con su ombligo.
Tito Berry
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