Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes [Stg. 4. 6]. Los soberbios siempre existieron. Es una clase social que no suele agruparse, porque se detestan entre ellos mismos. Por eso, pasan desapercibidos, o uno los conoce, los desprecia, y ¡listo! Ya no nos serán peligrosos. Pero los soberbios un día llegarían en grupo como un lobby, reclamando “derechos”.
¿Se imagina usted un grupo de gente gritando, manifestándose frente a la Casa Rosada reclamando el derecho a ser servidos por sus muchos sirvientes que, al adquirir una casa, conseguir un trabajo, o un empleo, lograr la conquista de un sueño de superación se alejan de sus patrones, o hasta se divorcian de ellos definitivamente? ¿Cree usted que con semejante pérdida esos patrones no reaccionarán jamás?
Jesús fue radicalmente claro cuando dijo: “No podéis servir a dos señores; a Mamón y a Dios. Amarás a uno y aborrecerás al otro”. Cuando el pobre sube un poquito, y el de clase media otro poco, ¡listo! Los de clase alta se resienten y claro que reaccionarán, afirmando que les sacan a ellos para dar a los otros.
¡Qué no inventa el dios Mamón! Porque el capital no es de él; es de Dios, nuestro Señor y Salvador, y como él usurpa lo ajeno, lo acapara, esconde, o fuga al exterior, que una persona de clase baja o media prospere o solucione su problema, atenta contra ese miserable.
Pero Mamón es un dios místico, no existe materialmente, pero sus “beneficiados” adoradores sí, los conocemos en la política, la religión y en lo familiar y empresarial. Son tantas las estrategias malignas del dios Mamón, y de sus representantes, que si leyera usted un reciente libro de título HERMANO, le podría dar un infarto, entonces él le guía para que no lea, no se informe, y le reza un refrán de los más estúpidos y mentirosos: “Yo no me meto en política”; o este otro: “Políticos son todos iguales”. Es Mamón que le está cuidando; no por amor como el Señor Jesús, sino para que usted permanezca sirviéndole.
Aquí en Brasil los ricos que llegaron a Gobierno, y delante de las elecciones de mitad de periodo este año, salieron desesperadamente a buscar su reelección. Sobresalen un diputado federal, “obispo” de la Universal, y un concejal “pastor”, de la misma. Un matrimonio de pastores que vino a mis reuniones pastorales en mi casa y yo no sentí darles mucha notoriedad, no volvieron, y ahora están en el internet derrochando andanzas por el pobre, con fotos y publicidades engañosas. María madre de nuestro Señor en su Magnificat dijo: “Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones”. Lilita Carrió es una de ellos. ¡Clarísimo! “esparcida en el pensamiento de su corazón”. Un día tiene revelaciones esotéricas, otro día vaticinios míticos, y el tercer día un halago para el Gobierno. O Patricia Bullrich, igual. ¿Usted no ve a esos “patrones” resentidos porque sus esclavos ya no le sirven más?
¿Usted vio a los homosexuales en Romanos 1? Yo también. Pero en la lista están muchos otros que son equiparados con estos, y entre los muchos, están también los soberbios en el versículo 30. Y el 32, no quiera leerlo, porque necesariamente tendrá que verse usted mismo allí.
Acá en Brasil ocasionó una tormenta de “ortodoxos” de la letra [porque ser ortodoxo de la vida es lo mejor], que reaccionaron a un mensaje del pastor Ed. René Kivitz. El Evangelio tan ilustremente expuesto por él, dio una flojera en las piernas de los adoradores de Mamón, los patrones que esclavizan y a toda clase de jerarquía sin la cabeza, que es Jesús, condenada en la Biblia como “Doctrina de los Nicolaítas”.
¿Vio esas personas que tienen reflejo rápido, o percepción lejana inmediata? Uno queda admirado de lo que ven, pero a veces se equivocan, también. Bueno. Tal vez en esa facultad espiritual en mí, me equivoque muchas veces, viendo demás: Cuando un rico defiende a la clase media o pobre, desconfío. Ese dios Mamón es tan diabólico, que sus representantes, los señores del campo, de la tierra, de las empresas, y de las iglesias, cuando dicen que el Gobierno con tal o cual reglamentación dañará al de abajo, casi con seguridad mienten a su favor; mucho más así veo, al recordar lo dicho por María.
Si una jerarquía advierte que usted subió un poquito y se alegra, le anima a permanecer en ese trabajo o esa producción o proyecto, o le ayuda a sostenerse, señal de que no es un jerarca dominado por Mamón, pero si sale corriendo para plagiarlo, o dañarle, pues, se trata de uno que era SERVIDO por usted y hoy perdió su esclavo. [Jerarquía son los de abajo también]. Asegúrese de ser esclavo de Jesucristo, porque entre renunciar a Mamón, y comprometerse con Cristo, si no vela, puede constituirse en su propio dios, y perderse en su mente como los soberbios denunciados por la madre de nuestro Señor. Cuanto más cerca está el día de Jesucristo, más el Anticristo quiere adelantarse, y sus sustentáculos ESCLAVIZADORES se enloquecen, y desesperan. Es Dios; no el Gobierno, ni los comunistas, que “quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos”, o María era comunista. Está llegando el día cuando “Dios asolará la casa de los soberbios; pero afirmará la heredad de la mujer abandonada” [Pr. 15. 25].
Ap. Tito Berry
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