Una Fe Tridimensional

 

De Dios [Mr. 11. 22] de Jesús [Hb. 12. 2; Ap. 14. 12] del Creyente [Col. 1. 4; Ap. 13. 10]

La Fe de Dios es creativa, y de lo imposible. La Fe de Jesús es la que vence el mundo; la de la Encarnación de Dios, y la Fe del Creyente es la que espera.

Los creyentes no sólo esperamos [Hb. 11. 1], sino que también experimentamos el Crear de Dios [Mr. 9. 23] y el Vencer de Jesús [1ª Jn. 5. 4].

Esperamos lo PROMETIDO, vencemos lo VENCIDO por Jesús, y creamos lo IMPOSIBLE de Dios.

De manera práctica, nada podemos creer, ni experimentar sus resultados, si no ponemos nuestra mirada en el Dios Invisible, como Moisés. Ese Dios para quien todo lo difícil es fácil y todo lo imposible es posible. Luego, así como Dios de la nada hizo la Humanidad; luego hizo al hombre Jesús sin la participación de un hombre en la Virgen, también cuando aún muertos en delitos y pecados, nos hizo renacer [1ª Pd. 1. 3] milagrosamente, nos introduce en los méritos del Vencedor, razón y autorización suficientes para que podamos creer y así vencer el mundo [2ª Cor. 2. 14; 1ª Jn. 5. 4, 5].

Las personas que creen en Dios y no creen que Jesús es el Mesías prometido, tienen una fe dudosa, porque el Dios en el cual dicen creer, es ese Dios de lo imposible, y a él le agradó generar un Hijo [Col. 1. 19], y revelarse por él, por lo que el Apóstol Pablo dice que todo fue creado por Él [el Hijo], con Él y para Él [Rm. 11. 36]. Salomón personificó a Cristo en la Sabiduría de Dios, y le vio danzando de alegría cuando Dios creó al humano [Pr. 8. 30-31]. Ahora el Apóstol Juan nos dice que somos nacidos espiritualmente de Dios, y esta es la clave para creer en que Jesús es el Mesías, y creyendo así, automáticamente vencemos al mundo. Un mesías que no fuera el mismo Dios, no nos salvaría jamás, porque tendría pecado. Por eso que María no salva, porque nunca fue Dios, sino una criatura de Dios, aunque especial y única en la historia de la Humanidad.

Jesús dijo: “Si ustedes dicen creer en Dios, pues, crean también en mí” [Jn. 14. 1], y luego, “Sin mí, nada podéis hacer” [Jn. 15. 1-17].  El Tanaj lo dice tantas veces, y de diferentes formas, y por varias personas, que la venida del Mesías sería para traer perdón de pecados y salvación [Lc. 1. 67-75], pero resulta que muchos quieren seguir “mirando al Invisible” como Moisés [Hb. 11. 27], cuando el Mesías ya vino. Consecuentemente, tienen una fe que no vence el mundo, incluido al Anticristo, según 1ª Juan 4. 1-6. Todos los que no consiguen ver al Mesías hoy, carecen de la vista del Invisible, y todavía tienen temor al Faraón de Egipto, símbolo de MAMON, el dinero.

Creo que a los “CREYENTES” en Jesús nos falta mirar más al Mesías Jesús, y permanecer en Él, a fin de que tengamos una Fe que vence al mundo y al Anticristo, y que sea creativa y catalizadora de lo imposible, y no limitarnos o conformarnos con la Fe que espera, solamente. Los judíos necesitan mirar más en el Mesías que ya vino, Jesucristo, entrar a Él, y permanecer en Él, así dejarán de mirar para atrás, fijados sus ojos en el Invisible. Según el Nuevo Testamento, muchos judíos no creerán en el Mesías, hasta la Grande Tribulación, y sólo entonces se completará el número de judíos SALVOS ETERNAMENTE. No por esto debiéramos descuidar de predicarles el Evangelio, y de creer que pueden ser salvos hoy.

Lo que nos debe preocupar a ambos pueblos hecho uno en Cristo, el judío y el gentil, es que mientras se le rechace al Mesías, necesariamente caemos en creer en el Anticristo. Así como el Dios UNO de los judíos y de nosotros gentiles, CREA LO IMPOSIBLE, también Su Hijo Jesús VENCE EL MUNDO, y nosotros podemos en Él, y Él en nosotros, no vivir sólo ESPERANDO la victoria divina sobre el pecado y Satanás, incluido el mundo.

Tito Berry