“Estados Unidos está llevando un desembarco anfibio en secreto en Ucrania”

Después de un corto tiempo de gobierno, Biden ya ha probado ser mucho más peligroso para la paz del mundo, que Trump. Pido ahora a los defensores de Trump creer en sus palabras que habría lanzado hoy a las 05.19 horas:

“Estados Unidos está llevando un desembarco anfibio en secreto en Ucrania”.

Mi participación opinativa a pocas horas del inicio de estado de guerra en Europa, no tiene nada que ver con Izquierda y Derecha políticas. Mi deber es apostólico. Aunque deba presentar como opinión, debido a que los rumores también hacen guerra y cambian el sentido de los vientos, y respeto la opinión de los muchos más que me desestime:

En pocas palabras, los EUA de Biden, por medio de la OTAN, desde su primer día de gobierno en la era pos-Trump, ha hostigado e incitado al odio al presidente ruso. ¿Quién buscó el diálogo, el entendimiento, la paz? Putin.

En Ucrania destituyeron al presidente prorruso Víktor Yanukóvich y fuerzas prooccidentales con gran influencia INVASORA de los EUA aprobaron a Volodymyr Zelensky como presidente de Ucrania, mientras las autoridades rusas aprovecharon la agitación para establecer un control militar sobre Crimea. ¿Qué hacen los EUA ahí contra Rusia?

Cuando Volodymyr Zelensky apareció por primera vez en las pantallas de televisión como "presidente de Ucrania", lo hizo como actor en una popular serie de comedia. Pero luego la vida imitó la ficción y en abril de 2019 se convirtió en el verdadero presidente del país. Ahora lidera una nación de 44 millones de personas, exactamente la misma cifra de población argentina.

Los intereses de la OTAN y los EUA por Ucrania, van mucho más allá de lo económico. Tampoco contienen prioritariamente un rebusque de más poder, sino que son su incesante propósito el sofocar a Rusia y no dejarla nunca más recuperar sus territorios. Hay un colosal miedo a que Rusia se expanda y consolide.

Desde los albores de las naciones ucranianas, polacas, rusas, entre otras etnias eslavas, participan de manera activa y fundacional primero, un cristianismo ortodoxo ruso; luego, un catolicismo constantínico fuertemente esclavizador de los ucranianos, principalmente.

En tercera instancia, incide contundentemente lo que para la política fue el colapso de la Unión Soviética durante el Gobierno de Gorbachov, y que para los Protestantes fue una tremenda victoria de su fe por la esposa y la madre del presidente, lo que suponía el rechazo masivo del comunismo soviético, por lo que los activistas democráticos ucranianos y rusos trabajaron juntos para marcar el comienzo de la nueva política, como la libertad de expresión y las elecciones libres.

En 1997, un tratado integral entre Rusia y Ucrania afirmó la integridad de las fronteras ucranianas, algo que Rusia y las potencias nucleares occidentales también garantizaron en el Memorando de Budapest de 1994, cuando Ucrania acordó entregar su arsenal nuclear de fabricación soviética. Y aunque ese tratado expiró el 31 de marzo de 2019, la recuperación de Crimea se dio en el 2014, como una vindicación de Rusia, que lo hacía en la ambientica de las amenazas de los EUA de proteger a Ucrania a favor de la OTAN sin Rusia. Ucrania directamente no forma parte de la OTAN, por lo que ese precepto no permitiría una intervención y como se estipula en el artículo 5 del tratado fundacional sobre la defensa colectiva, que estipula que “un ataque contra uno de los aliados se considerará un ataque contra todos los aliados". Rusia tampoco es parte de la OTAN, y Putin siempre desconfió de ella, y requirió garantías que se niegan a dar.

El Protocolo de Minsk de 2015, firmado durante la cumbre en la capital bielorrusa, trazó un camino hacia una resolución pacífica, pero Rusia insistió en advertir contra el expansionismo de la OTAN con los EUA adentro, hacia sus territorios. Eso la OTAN no hace hacia China, pero sí hacia Rusia, porque la derrota de ésta, quebraría el poder surgente de la China. Todo no tiene otra intencionalidad diferente de conseguir mantener a la Primera Potencia en pie, más ahora que viene cayendo, e impedir que China le substituya.

Esta breve reseña muestra que mientras la Unión Soviética y ahora Rusia intentan sostenerse y no perder su poder y dominio, su lugar vastamente predominante, e que aumentó mucho con Putin, por medio de un Comunismo controlador, restrictivo, dictatorial, los EUA sigue haciendo lo suyo por las invasiones, las guerras frías, las sanciones económicas, las mentiras y la incitación a guerras, valiéndose de las naciones soberanas ajenas y de sus riquezas como cipayos, y en todo esto el Cristianismo fue un bando revolucionario y delincuente esclavizador a favor de MAMÓN. Y como “cae de maduro” que Mamón sostiene al Anticristo, creo que los conflictos entre pueblos, etnias y naciones eslavas debieran limitarse a ellas, y no que la OTAN y los EUA se metan, ¿para qué sino por ambición expansionista y de Poder que ahora atribuyen a Rusia?

Mañana, “si Corrientes entra en guerra” para imponerse sobre toda la Argentina, ciertamente, si los EUA se metieran (cosa absolutamente segura, y no que Rusia se quién se meta primero, en nuestra región), no la dejarían imponerse. Correcto o equivocado quien gane, problema de los correntinos y argentinos, y los EUA no tienen nada que ver con nosotros. Su prepotencia, sólo multiplica el odio hasta en quienes no odian, mata y empobrece; pero también ésta es estrategia suya intencional para luego probar que los comunistas son peores que ellos. No podemos quedar del lado de ninguno de estos dos malos, pero tampoco comer vidrio, ofuscados por las cortinas de humo de los EUA que gana con sus sanciones, el aumento del petróleo y la supra-valorización del dólar. Cuando la guerra termine, dominará el Rublo, el Dólar o el Yuan, pero mientras tanto, los que nada tenemos que ver con los EUA y el Comunismo, estaremos llorando nuestros muertos, o muertos, más pobres, e iniciando una nueva guerra. Ni hablar de lo que está a las puertas comenzar con China del lado de Rusia. Oraciones a favor de Mamón sólo traicionan a Cristo y aceleran la llegada del Anticristo.

Tito Berry