¡Una máscara detestable!
Todo pueblo democrático, tuvo su capítulo oscuro, manchado de sangre. Brasil, en el año 1964. Argentina, en el 1974. Argumentan que fue una batalla contra el Comunismo, pero jamás explican qué mejor tenían que imponer, y por qué usaron la fuerza, si lo suyo era la verdad y mejor. Siempre fue así. Donde no hay razón, aparece la hambrazón y domina sinrazón.
En el plano material y temporal, los fuertes vencen a los débiles, y no se tienen en cuenta los valores y los principios fundamentales de la civilización. Sin embargo, para seguir dominando y sostener su detentación de un poder usurpado, apelan a los valores y principios para escudarse religiosamente tras un manto sacramental engañoso y malvado.
Pero desde la Creación donde LA IGUALDAD es inherente, jamás se debe alimentar la ley de la selva cuando el más fuerte masacra al menos fuerte, y le quita derechos dados por el Creador.
Repugna el falso republicanismo que sólo busca perpetuar la verdad única, la de los más poderosos, con la máscara de Dios, Patria y Familia, siendo su verdadero altar al dios Mamón, el Capital que es del Creador, por tanto, de todos, en igualdad.
Repugna el Neocapitalismo NEGACIONISTA, que trata por todos los medios apagar sus crímenes pasados, persiguiendo presuntos crímenes de sus adversarios, y armando a la población idiota aunque más no sea con la señal de arma con la mano.
Es un ejército de demonios escapados del infierno, que busca traer al ANTICRISTO. A sus poseídos, debemos tenerle lástima y predicarles el Evangelio de Jesucristo que hoy es de perdón, gracia y misericordia, pero mañana será su juez.
Lo que el presidente brasileño está sufriendo –según él-, que respeto, porque la experiencia propia y el interior del corazón sólo Dios tiene la autoridad de juzgar, no se compara con lo que el presidente argentino está sufriendo. Todo lo que conozco de Brasil, me da la certeza de que Bolsonaro no moriría de un infarto, mientras que a Fernández puede darle ese mal a cualquier momento, de tanta opresión injusta, calumniosa, malvada, perversa y diabólica que sufre. Lo que el actual Gobierno Argentino sobrelleva es real, no es una disculpa contra su anterior. En todo el mundo están padeciendo muy semejantes dificultades, pero no se lee ni se escucha mucho contra sus países, ni siquiera por sus enemigos, como de Brasil contra la Argentina. El miedo de un gran liderazgo latinoamericano semejante a Néstor, o Lula, los lleva a tropezones a injuriar, invadiendo ajenas soberanías. Ostentan fuerza anabolizada, pero mienten y persiguen engañando al pueblo, justamente por su debilidad interior de ser, porque saben que tarde o temprano algunas criaturas de Dios se les rebelará por la desigualdad que imponen.
Hay algo muy maligno en los aires. Los brasileños todavia, se incomodan muy poco con sus problemas, pero en compensación, se unieron en gran cantidad para infligirle sufrimiento e injustos ataques a la Argentina. Cuando el Neocapitalismo argentino y el Neocapitalismo brasileños apuntan juntos, contra el Gobierno FF de Argentina, como dijo Goethe en “Los Dos Catolicismos”, “ladran perros, señal que cabalgamos”.
Tito Berry
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