Es bueno entender estas diferencias en él, porque por no parar para examinarlo bien la gran mayoría de los autodenominados “evangélicos”, optaron por la severidad como emblema o característica del Evangelio, cuando su característica verdadera y única es la compasión, ahora, aunque eso no sea ante el Juicio futuro del Señor, conforme Romanos 2. 16.
Es fácil saber esta verdad, si supiéramos respetar las reglas que merecen y requieren incuestionablemente los 66 textos diferentes que componen la Biblia, que no solo son de diferentes estilos literarios, como también revelación, espíritu y vida.
Si el Evangelio desde Génesis 3. 15 y 12. 1-3 es eminentemente PROMESA de perdón, salvación, redención y victoria soberana sobre el pecado y el Diablo, hasta el Apocalipsis, no hay cómo atribuirle una característica de SEVERIDAD sino de COMPASIÓN.
Dos mellizos en la localidad de ITAPOÁ, en Santa Catalina, Brasil, vinieron a verme, porque ellos ya habían “discutido” teología con todos los pastores de allí, y siempre se alabaron de ganarles y hasta derrotarlos. Al despedirse, uno de ellos dijo: “Primera vez en mi vida, que me quedo sin respuestas. Realmente, si no me convence, usted me tapó la boca. Voy a orar para que el Señor me confirme lo que es la verdad”.
El Cristianismo por entero está engañado con el LEGALISMO de la sutil judaización que fue infiltrándose y dominando nuestras “iglesias”. Hoy ha empeorado, porque hace más de un siglo los EUA ya habían distorsionado el Evangelio, convirtiéndolo en EVANGELICALISMO, que es un evangelio a la medida, intenciones y necesidades del CAPITALISMO, y naciones capitalistas de Europa también, como Alemania, Italia y Suecia, que son los principales puntos del mundo de donde vinieron para “cristianizarnos” en América Latina.
El perfil de un falso evangelio LEGALISTA y sumado al EVANGELICAL ahora se convirtió en SIONISTA. Casi ISLÁMICO. Degradó enormemente, y siempre al servicio del Capitalismo. Hoy, cuando los EUA hacen acuerdo de paz con países Islámicos, no es paz, es guerra contra China y Rusia. Es carrera de competencia por ser y mantener potencias mundiales. Y cada vez que en los últimos años los EUA avanza sobre países soberanos con la Biblia y a través de “evangélicos”, no es el Evangelio triunfando ni la Biblia siendo defendida sino una guerra entre las principales potencias del mundo.
Es muy difícil, y casi frustrante que los cristianos evangélicos podamos poner remiendo nuevo en paño viejo que es la política y los gobiernos de los reinos de este mundo. Pero es fácil y absolutamente posible que LA IGLESIA sea genuinamente EVANGÉLICA y BÌBLICA, y NO SIONISTA.
Para ello, necesitamos revisar nuestro “evangelio” y despojarlo de SEVERIDAD SIONISTA o judaica, y revestirlo de COMPASIÓN, como de hecho es el verdadero y único EVANGELIO de JESÚS.
En los cuatro Evangelios bíblicos Jesús usó de severidad solamente con los religiosos, los hipócritas, los explotadores, los oportunistas, los injustos, e inhumanos, pero jamás con los pecadores.
Por otro lado, nunca fue al mundo y a los
Gobiernos a tratar de cambiar algo, sino que llamó a toda clase de gente a ÉL,
al Cristianismo de Cristo el Salvador, no al cristianismo falso. Y lo poco que
ministró acerca de los Gobiernos, nos trae la enseñanza de que él sólo
detestaba la hipocresía y la injusticia de ellos, no que quisiera cambiar sus
políticas. Por ejemplo: Lucas 3. 14-17: “Unos
soldados también le preguntaron: Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Y Juan les
respondió: No extorsionen ni calumnien a nadie, y confórmense con su salario. Como
el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban si acaso Juan sería el
Cristo, Juan les dijo a todos: A decir verdad, yo los bautizo en agua, pero
después de mí viene uno que es más poderoso que yo, y de quien no soy digno de
desatar la correa de su calzado. Él los bautizará en Espíritu Santo y fuego. Ya
tiene el bieldo en la mano, de modo que limpiará su era; recogerá su trigo en
el granero, y quemará la paja en un fuego que nunca se apagará. Como el
último judío precursor del Salvador Jesús, mostró las exigencias de la Ley, sin
dejar de lado la COMPASIÓN, pero
aclaró que quien llegase a ser bautizado por Jesús, sería juzgado como IGLESIA [su Era], y no el mundo. Un día
llegará el juicio del mundo, pero desde Cristo, el juicio es de la Casa de Dios
primero, y los cristianos militares tan solo deben tratar de no extorsionar ni
calumniar, y como miembros de la Iglesia, ser UNO con los santos bautizados en el Espíritu Santo, nada más. Si
aquellos judíos rechazaran al Mesías, su fin sería el fuego que nunca se
apagará, pero quien viene a Cristo, no necesita volver a la Ley. El bautismo de
Juan era severo, pero apenas servía para reciber al Mesías, mientras que el Mesías
los salvaría eternamente, y en su Evangelio no hay pala.
Apóstol Tito Berry
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