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sábado, 19 de setembro de 2020

Mi locura por la Sabiduría

 Salomón dijo: “El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde”. La mujer le aguanta al marido que bebe mucho por depresión o por autoestima baja, y se pasa días sin trabajar. Entonces ella sufre, llora, pero disimula arreglando su jardín, saludando bien y dialogando con la única vecina en quien confía -mi nuera-, aquí a mi lado. Y yo ya hace más de un año que la respeto y respeto también al hombre sin saber de su conflicto interior, que llegué a saberlo recientemente, y seguiré respetándoles, a pesar de ciertas actitudes en él, que sólo ahora me quedan en claro sus porqués.

Este es apenas un ejemplo. Me limitaré, pues, a muchos les cae muy mal que uno hable o escriba en primera persona, y a estos también respeto y tolero con el amor de Dios.

Recientemente lancé un escrito donde digo que la mejor cuarentena empieza a los 60 años. Claro que no establecí nada; hasta porque no soy autoridad en el asunto, y también porque sé que siempre habría excepciones a las reglas. Pero generalizando, sigo creyendo que los 60 marcan un nuevo comienzo. Estaba yo en casa cuando los míos se fueron a pasear lejos, y quedándome solo justo en mi cumpleaños, oré al Señor pidiéndole un rema como regalo de cumpleaños. Abrí la Biblia justo en 1º Crónicas 2. 21, y el Señor me dijo: “Te renuevo los años, y a partir de hoy, comenzarás a ser más fructífero que nunca antes”. Se cumple en mí Juan 21. 18, pues, desde mis 60 años, “otros me ciñen”, y Gloria a Dios, por eso.  

Según cómo hayamos vivido, y según nuestra mente, podríamos sentirnos viejos antes, pero la misma Biblia establece los 60 como un nuevo comienzo, que para algunos es vejez, mientras que para otros es madurez y esplendor de vida [Lv. 27. 7; Mt. 13. 23; Mr. 4. 8; 1ª Tm. 5. 9; Ap. 13. 18], o ruina bajo el Anticristo.

¡Qué bueno si los hombres y las mujeres de menos de 60 años y ya no perteneciente al grupo de jóvenes, practicaran el proverbio de Salomón! Yo salí de debajo de la autoridad de mi suegro, a mediados del año 2008, un año después de viudo, con casi 57 años de edad. Dios me es testigo como le respetaba y obedecía, y hacía cosas para agradarle, sirviéndole como a mi propio padre antes, toda vez que estuve con él.

Si un cristiano se va a limitar a pensar como arminiano, quedará como tachuela [usando el dicho de mi amigo Pastor Enrique López, que más adelante quedará claro su significado]. Si se enclaustrara en el calvinismo, lo mismo. Si defendiera Izquierdismo o Derechismo, peor. ¡Tendría una cabeza sancochada!

¡Mira, Hermano! Si consigues madurar antes de los 60, y me superas, seré enormemente feliz, porque no compito con nadie, sino que simplemente soy un loco por la sabiduría, y no pierdo ninguna oportunidad para crecer en ella.

Recientemente escuché al expresidente uruguayo Pepe Mujica. La sabiduría que ese hombre alcanzó en la cárcel, es enorme. No perdió el orgullo de los que se dicen ateos, pero ganó luz acerca de Dios, sin saberlo. Hasta muchos cristianos son así. Están tan tapados de orgullo, que Dios les habla y no distinguen a Dios en sus tribulaciones y errores. Al contrario, a veces ven más al Diablo que a Dios en los eventos de su vida.

Salomón no afirma que el que no se deja corregir perdería la vida, sino tan solo que el tal, pierde vivir corregido. Uno está libre hasta para ocultar de quien aprendemos algo, que gracias a él somos mejores, pero en el silencio, debiéramos capturar toda sabiduría, venga de donde viniere, porque con certeza es Dios queriendo hacernos mejores

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Fray Tito Berry

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