Colosenses 1. 23
El pasaje bíblico de Colosenses 1. 15-23 describe:
1. Dios es invisible, pero el Hijo de su amor, que es el resplandor de su gloria y la impronta de su sustancia, es su imagen y expresa lo que Dios realmente es. Imagen no en el sentido de una forma física sino en la expresión fiel de su Ser, con todos sus atributos y virtudes.
2. Cristo, siendo el mismo Dios, es el Creador de todos y de todo. Cristo tiene la preeminencia de la creación, es decir, ocupa el primer lugar.
3. Cristo es el mismo poder de Dios. En él [en este poder], toda la creación contiene características de ese poder que está en Cristo.
4. Las diversas calificaciones como "tronos", "dominios", "principados", "autoridades" en el versículo 16 excluyen cualquier tipo de gobierno o poder de poder oponerse a Cristo. Nada ni nadie puede cambiar nada en Cristo, y todo existe a través de él.
5. Ahora "para él" implica decir que el propósito final de todo es Cristo.
6. Cristo preexiste a todo y la eternidad está en él. Verso 17;
7. El 18 nos muestra que Cristo no sólo es la preeminencia de la Creación, sino también en la Resurrección, y como tal, es la Cabeza de la nueva creación que es la Iglesia.
8. “Toda plenitud” [19] incluye la vieja creación y la nueva creación.
9. Dado que la palabra “plenitud” no va acompañada de ningún modificador, es única y suficiente.
10. La Reconciliación de todo lo que ha caído en el universo a causa del pecado que separa al humano de Dios, sucedió en Cristo en el pasado, incluso cuando orgánicamente sucederá continuamente. Como en Romanos 8: llamó, justificó y glorificó.
11. Lo que nos reconcilió con Dios fue el mismo Cristo, a través de la FE y no a través de la CREENCIA. Y lo único que podemos perder no es este ESTADO DE RECONCILIADOS, es decir, la SALVACIÓN, sino esperanza.
12. Conclusión: El versículo 23 trae erróneamente la palabra PERMANECIÉREIS en el futuro del subjuntivo en algunas versiones, pero lo correcto, como lo hacen otras versiones, y de acuerdo con el contexto anterior mencionado, es PERMANECÉIS, presente del indicativo. Este versículo nunca puede someter nuestra salvación al esfuerzo humano de permanecer, porque tal permanencia es natural y resulta de la realidad de la Salvación según el contexto.
Tito Berry
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